Ironía, frescura y mucha ternura
Lo primero que llama la atención en Lo mejor de las fronteras son los pasos clandestinos es la frescura e ironía con la que Moisés Yagües trata el drama de la inmigración. Las xilografías permiten intuir lo desgarrador del tema pero a la vez invitan a la sonrisa. Una sonrisa dibujada con la ternura que se adivina en cada uno de los trazos entre naífs y étnicos de los grabados. Son obras que incitan a la reflexión desde el humor y la ingenuidad, no desde el horror explícito. Yagües insinúa y el espectador piensa. Al artista le gusta dejar que el público realice su propia lectura, que haga el esfuerzo de sacar sus propias conclusiones. Que no tienen porque ser siempre las mismas, ya que las piezas, como las fronteras, permanecen pero cambian, evolucionan y no son iguales para todo el mundo.
En las xilografías de Yagües aparecen personas dispuestas a todo para vivir en el otro lado; gente perdida en túneles laberínticos, frente a alambradas infinitas o a la deriva en medio de un mar revuelto. Hombres y mujeres capaces de emerger por un grifo, si esta es la única salida, o de adentrarse por un desagüe, si este es la única puerta de entrada. Salir y entrar, la dicotomía del inmigrante tan claramente expresada por Yagües en Sal si puedes y Entra si puedes. Queda claro, tan difícil es huir de la exclusión como acceder a las promesas del mundo occidental.
La simplicidad del trazo de Yagües se debe a su pasión por la ilustración, el diseño gráfico, y el cómic, influencias siempre presentes en su obra. También se intuye un cierto peso del arte africano y étnico, sobre todo en esta serie que el tema lo exigía, como exigía el uso del blanco y negro. Aunque en la ausencia de color también se reconoce el ascendente de Antonio Saura, gran amante del negro y muy admirado por el artista. Aunque en Lo mejor de …son más importantes las influencias literarias que las visuales, como la inspiración que supone para Yagües la manera que tiene Eduardo Galeano de tocar el tema de la inmigración; o lo que dice Manuel Rivas en El lápiz del carpintero por boca de uno de sus personajes “Lo único bueno que tienen las fronteras son los pasos clandestinos. Es tremendo lo que puede hacer una línea imaginaria trazada un día en su lecho por un rey chocho o dibujada en la mesa por los poderosos como quien juega un póker". De esta frase y del montón de noticias generadas por los túneles ilegales que cruzan la frontera entre EEUU y México, por la verja que separa Melilla de Marruecos y por las pateras que cruzan el estrecho de Gibraltar surgió la idea original de estos grabados.
Otra cosa que llama la atención de las piezas de Yagües son los títulos. Par el artista es fundamental encontrar un nombre adecuado para cada pieza, tanto que muchas veces es primero el título que el grabado. Vaya valla, Entramos pese a todo, Sal si puedes, Entra si puedes o Volando voy, volando vengo, tan irónicos y tiernos como su arte punzante, espontáneo y fresco.
Natalia Farre
Suplemento EXIT
ElPeriódicodeCatalunya